Senderismo en Cuetzalán del Progreso
Recientemente tuve una de las experiencias más gratificantes en cuanto a actividad física se refiere, nunca había realizado senderismo y por recomendación decidí intentarlo en la ciudad de Cuetzalán del Progreso en el estado de Puebla, Cuetzalán es una ciudad ubicada al sudoeste de México cerca de Veracruz y dentro del estado de Puebla a unas 3 horas en autobús saliendo de la capital o a un aproximado de 2 horas en auto propio, la carretera aún es federal cuesta arriba de la sierra poblana por lo que es posible que haya tráfico, neblina, pocas gasolineras pero un paisaje inigualable, ten paciencia y no olvides respirar.
El Pueblo está ubicado en una de las partes altas de la sierra madre oriental al norte del estado de Puebla, las calles son empedradas y suele haber lluvias todo el año, al ubicarse en la parte alta es muy extremoso en el clima, tanto en calor como en frío, al llegar a la ciudad decidí alojarme en La Casa de Piedra a una calle del zócalo y la plaza principal, debo admitir que el cuidado y fachada de las casas me pareció idílico, como de cuento en relato mexicano, la gente es muy amable y se come exquisito por muy poco dinero, existen lugares en donde los tacos están a $2.00 al igual que la especialidad del poblado los tlayoyos con alberjón y hoja de aguacate, es también prudente mencionar que la cecina, hongos y café local son un manjar.
Al ser un destino mayormente eco turístico, no perdimos el tiempo y de inmediato indagamos en las opciones que el mismo lugar ofrece, es importante mencionar que hay diversas opciones en cuanto a cascadas, grutas, ojos de agua, senderos y rutas. Contratamos la opción que nos representaba el mayor tiempo caminando ya que la idea principal del viaje era conocer y hacer ejercicio por el mejor precio y debo decir que nuestro guía Don Francisco (quién se contrata precisamente en el hotel Casa de Piedra) nos ofreció una ruta sumamente completa por un excelente precio.
Don Francisco
Temprano por la mañana desayunamos bastamente en una fonda local en la cual por $30 pesos te dan una comida entera, inmediatamente tomamos el transporte lugareño para llegar al inicio del sendero e iniciar nuestro recorrido, al costado del camino hay un ligero trecho marcado entre los maizales en el cual nos adentramos y de inmediato pudimos percatarnos de la diversidad de flora y fauna del lugar, piñas, maíz, flores, café, y diversas variedades locales de árboles impresionantes.
Nos dirigimos hacia “El Corazón del Bosque” una de las cascadas del recorrido que cuenta con unos 25 metros de altura o más, el sendero en todo momento está perfectamente bien trazado, Don Francisco se mantuvo al pendiente de nuestras necesidades y nos realizaba constantemente recomendaciones encaminadas a disfrutar nuestra experiencia al máximo como: llevar repelente, una botella de agua vacía para poder tomar de los brotes de agua dulce helados de la montaña, una toalla, zapatos cómodos y ropa fresca para el camino, incluso se ofrecía a tomarnos fotos y a cargar nuestras mochilas (situación que no fue necesaria), la gente local vive del turismo y el señor Francisco es de los que comprenden estas situaciones y hace lo máximo posible por ofrecer un servicio completo de calidad.
A medio sendero nos comentó que entraríamos a una finca de propiedad privada (zona de la cascada) y que tiene un costo de $50.00 pesos mexicanos, posteriormente al pasar por los cafetales existe un espacio de reposo en donde el camino deja de ser de subida y comienza a bajar estrepitosamente, por ello en ese mismo sitio tomas uno de los bastones de bambú que previamente han preparado para los excursionistas, de inmediato comenzamos el descenso y debo decir que la combinación de colores, paisajes, agua y diversas aves y bichos lo vuelve toda una aventura, en verdad jamás imaginé lo cambiante y drástico del sendero conforme se avanza, pudimos ver mariposas llamadas ochos por el colorido que llevan en sus alas asemejando la figura del número en color negro, arañas del tamaño de la palma de una mano con patas y cuerpo como armaduras del color de ramas, sapos y ranas, escarabajos y aves locales del tamaño de halcones y cóndores, los arboles y las flores van situándote en distintos escenarios como un denso bosque de árboles altos y brumosos de un verde oscuro que transmiten serenidad, sabiduría y mucha paz, un ataúd de piedra cubierto por plantas de 2m de alto por 6m de largo en el cual en la revolución los lugareños escondían sus más preciadas pertenencias y dineros, brotes de agua que salen de las paredes altísimas de los costados del sendero del que uno puede beber el agua más pura y refrescante, cascadas y ojos de agua en los que te puedes sumergir en completa tranquilidad y quietud, el sendero cambia de arriba abajo y de un lado a otro haciendo el recorrido en extremo dinámico y para nada tedioso o similar en ninguna de sus partes, cuando tuvimos que ir cuesta arriba una vez más pudimos notar que el clima de ser húmedo y caluroso con palmas y hojas de café a los costados, cambio a un denso musgo y heno rodeado por árboles ancestrales que te hacían sentir en un set del señor de los anillos.
En total pudimos ver 3 cascadas, un ojo de agua y una fábrica de café, así como comer en el zócalo del pueblo con vista espectacular al bosque de la sierra y la Catedral, nuestro guía nos consiguió el mejor Yolixpa del lugar (bebida ancestral hecha a base de hiervas y aguardiente que tiene como fin el curar malestares y dolores principalmente intestinales), debo decir que las 5 horas de caminata fueron un gran catalizador de estrés y tensión, la majestuosidad del bosque y la paz que transmite la naturaleza en ese lugar es envidiable, tienes la oportunidad de desconectarte del día a día y disfrutar no solo de una experiencia mágica sino 100% satisfactoria en cuanto a ejercicio se refiere, te exige al máximo cambiando de altitudes, te hace usar el máximo de tu concentración debido a los obstáculos de la naturaleza y el respeto que uno debe mostrar a ella, te expone a distintas superficies y climas, te hace reflexionar y resulta un escaparate para la mente, puedes nadar y trabajar todos los músculos del cuerpo a tu propio ritmo y por último te da la oportunidad de comer exquisito y saludable en un ambiente muy adecuado.
Cuetzalán es un lugar remoto y perdido en el tiempo, mantiene lo más bello del entorno natural y lo más preciado de nuestra cultura, el senderismo es una actividad fenomenal para todas las edades y condiciones físicas y practicarlo en este bello poblado te hará reencontrar y reconectar con más hermoso de la vida, en México tenemos muchos lugares con este potencial, si decides visitar el estado de Puebla no dejes de conocer Cuetzalán y sus atractivos naturales, te enamorará.
Mauricio Domínguez Desfassiaux