Ladies y Lords: Nuestra Responsabilidad
La Mars salta a la fama gracias a un argumento reprochable, una quinceañera casi por error organiza la fiesta más importante del 2016, una supuesta despedida de soltera causa furor, en redes sociales cientos de páginas exhiben la vida privada de personas comunes, chismes, habladuría, nudes e incluso invitaciones abiertas y públicas para cometer delitos.
Estos temas son materia de debate, de un análisis que conlleva al chisme, que entra al juego del personaje, del manipulador, un debate centrado en lo que se ve, se dice o se cree. Pero hemos sido omisos de llevar el debate a la raíz. ¿Quién es el verdadero culpable? y la respuesta la tenemos tan cerca que no la adivinamos. "Nosotros somos los verdaderos culpables".
Las redes sociales han logrado despedir funcionarios de todos los niveles de gobierno, organizar marchas y capturar a peligrosos delincuentes, pero también han tenido un efecto negativo, han destruido familias, dañado sin pruebas y sin escuchar la versión de los afectados, en pocas palabras se ha convertido la red social en un juzgado donde se carece de todos los derechos que posee una persona, y lo peor no existe quién ponga freno.
Recientemente el Diario 1The Guardian tuvo acceso a los manuales internos de Facebook sobre las reglas de las publicaciones y para entender la magnitud del problema, solo cuentan con escasos 10 segundos para determinar si una publicación es apta o debería ser borrada, 10 segundos que en su mayoría no alcanzan a descifrar el propósito o el total del contenido. Esto se debe además que el personal esta rebasado sólo existen 4500 empleados para mil 940 millones de usuarios.
Hoy tenemos una excesiva carga de información, que no hemos aprendido a analizar, valorar y reflexionar sobre su alcance, sobre la responsabilidad que lleva compartir algo, sí en verdad queremos compartirlo con nuestros hijos o seres queridos, sí proviene de una fuente confiable, sí es una información valiosa para los demás, sí es un ejemplo para la sociedad o simplemente es digna de ser admirada o denunciada, no no propongo ignorar, ocultar o censurar sino pensar y analizar el contenido.
Según 2Bill Duane ejecutivo de Google antes de difundir cualquier contenido necesitamos preguntarnos 3 cosas, 1- ¿Es verdadera? 2- ¿Es amable? 3- ¿Es necesaria?, sólo así podremos establecer un filtro y hacer conciencia sobre el delicado uso de este nuevo poder, que apenas estamos descifrando, es tan poderoso el uso de redes sociales, que la viralidad llevo a Francisco Orihuela Ramírez, de 15 años a sentarse frente al tiburón Arturo Elías Ayub, motivo al alcalde de San Blas a regalar un auto a Rubí y despidió al director de la CONAGUA David Korenfel.
Sí alguien plantea descifrar el mundo como hace 10 años esta perdiendo el tiempo, el poder ha cambiado como también lo manifiesta Moisés Naím en su libro "El fin del poder" y parte de esos cambios es que el poder ya no se encuentra en las mismas manos, prácticamente todos estamos equipados con cámara, todos somos potencialmente víctima y victimario y estamos expuestos a ser sujetos al escrutinio público.
Es importante el análisis de este nuevo poder, por que en la era de la información vale más quién llegué primero, aunque poco importa como llegue, es importante porque debemos ser conscientes del poder que hoy precisan las redes, como nuestro click influye en la autoestima de alguien, como los nudes enviados en la privacidad y confianza pasan al público con morbo y acoso, como el linchamiento mediático sobresale del monitor y llega hasta la realidad como el reciente linchamiento del ruso Aleksei Makeev en cancún.
Sí existe el análisis en los medios de comunicación pero aún no encuentran como llegar a las nuevas generaciones, los millennial son exigentes, viven la vida deprisa, quieren controlar su entorno como controlan el mundo virtual, tienen demasiados viajes en la cabeza, no tienen el tiempo que perder ante información amplia y detallada, los documentales ahora son videos de máximo 3 minutos que están generando millones de dolares para empresas como VICE.
Cada día son menos los aspectos internos o externos sujetos a análisis y reflexión en nuestra vida diaria, son menos los segundos que dedicamos a tomar una decisión, a informarnos adecuadamente sobre un tema, estamos perdiendo la habilidad de distinguir la información cierta sobre la errónea, a no encontrar el sentido de nuestra vida ni entender el paso del tiempo.
Antes en momentos de soledad, dábamos vuelta a la cama pensando y en la parada del autobús nos sumergíamos en la reflexión de nuestra vida o leíamos un libro para entretenernos, intentábamos socializar cara a cara y tratar de entender un mundo frente a nuestros ojos. Hoy no necesitamos nada de eso, google nos muestra una sola respuesta a miles de preguntas que antes pasarían dando vueltas en nuestra cabeza. Hoy la reflexión es una pérdida de tiempo y ante la amenaza de la soledad sentimos pánico y llevamos las manos a nuestro celular que viene al rescate de nosotros mismos, donde esta todo el mundo, ahí en ese pequeño universo de silicio.
Nuestra responsabilidad es detenernos al análisis, sumergirnos en el pensamiento crítico y con detenimiento generar cambios, somos una nueva sociedad más democrática en el consumo, en el contenido y mejor informada de lo que sucede al otro lado del mundo, pero menos preocupada de lo que sucede cerca de nosotros o peor aún en nosotros mismos. Porqué los problemas reales, la profundidad del ser humano no alcanza a ser fotografiada en instagram, ni escrita en 140 caracteres en twitter.
Mario Flores Anguiano
Fuentes:
1 Las reglas secretas de Facebook sobre sexo y violencia
3 Las 3 preguntas que hacerte antes de publicar cualquier cosa