Noviembre: Tradición en movimiento
Por Fernando Ramirez
Fotografía. Fernando Ramirez
Con el paso del tiempo las personas tenemos la costumbre de salvaguardar hechos, ocasiones y memorias que con el tiempo se vuelven más fuertes hasta repetirse periódicamente. Nuestras tradiciones fortalecen nuestra identidad y nuestro sentido de unidad. Cada año, en los dos primeros días de noviembre, celebran los mexicanos a sus antepasados en una celebración que retoma y propone nuevas costuras para esta manta tan fuerte que hemos hilado por años.
La celebración de “All Hallows´ Eve”, a pesar de tener su origen en otro lado del globo, llegó y se mezcló con nuestras tradiciones para sacar a los más jóvenes a la calle y pedir golosinas con escalofriantes vestuarios. Con los años la tradición ha cambiado y los atuendos con ella. Antes, era común ver figuras espectrales y terroríficas desfilando por las avenidas pero poco a poco han ido entrando en el catálogo figuras divertidas y extravagantes, puedes ver fantasmas junto a unicornios, vampiros tomando una soda con minions o exámenes de ingreso a la universidad inquietando a zombies.
Eso es lo asombroso de México y su tradición, no olvida pero tampoco se aísla, asimila pero no deforma. Cada generación toma un poco de aquí y de allá para enriquecer las tradiciones que se les han heredado. Desde hace un par de años, lo mexicano se volvió trendy. Ocurrió que México se convirtió en un ícono global del día de muertos pues a pesar de que se celebra en otras partes de Latinoamérica, el país tricolor lo celebra de una forma más enérgica. Esta tendencia se vio reflejada en el filme 007:Spectre en la que se retomó la celebración como parte del filme en 2015.
A propósito de la película, la Ciudad de México adoptó el desfile que aparece en pantalla en un ejemplo más de como la tradición no es estática. Un hecho significativo es que la calavera, mejor dicho la catrina/catrín ha tomado mucha más fuerza que por ejemplo Pennywise y Wonder Woman éste año. Las calles de la capital se llenaron de maquilladorxs profesionales, otros no tanto, que ofrecieron pintar los rostros de los caminantes por una cantidad que iba desde 45 hasta los 200 pesos por diseño. Flores en la cabeza, colores y lentejuelas diferenciaban a unos de otros.
Así pasa con la tradición, podemos querer “actualizarla” pero siempre se mantiene su esencia. Queda claro que el negocio de este año fue el maquillaje creativo. Muchos no tienen mucho tiempo para planificar su vestuario y por eso esta alternativa es muy socorrida por los que quieren algo que no salga demasiado costoso porque a pesar de que ciertos diseños pueden llegar a rebasar los 150 pesos sigue siendo un monto menor del de los disfraces, a veces mal confeccionados, que llegan a rebasan los 500 pesos. Además pintarse el rostro es sólo una parte pues muchos agregan más creatividad a sus representaciones con atuendos sacados del baúl de la abuela para darle un toque más pintoresco.
Las celebraciones de día de muertos se podrán ir apagando poco a poco para encender los arboles navideños pero muchos ya están pensando en qué usar el siguiente año. Las maquilladoras tienen en esta fecha una oportunidad de negocio, que si bien sólo dura un par de días, puede aprovecharse y explotarse año tras año. El día de muertos es una de las festividades más celebradas en México y es interesante observar en cada temporada como los disfraces van cambiando pero así como altares y la remembranza de los antepasados las figuras del catrín y la catrina son clásicos que año con año regresan, con menor o mayor fuerza, a la par de los clásicos del terror.