Símbolos de la Afición
Clásico Nacional
En vísperas del clásico nacional entre las Chivas y el América parece prudente hacer una visita en los anales de la historia deportiva a uno de los máximos ídolos de esta gran rivalidad futbolera.
Jesús Ramón Ramírez Ceceña nació el 5 de diciembre de 1969 en Tepic, Nayarit debutó con el Club Coras de su mismo estado, posteriormente pasaría por Santos Laguna 4 años y sería traspasado al Club Deportivo Guadalajara otros 4 años, después del mundial de 98 en donde él mismo fue figura por su excelente desempeño, fue cedido a su acérrimo rival el Club América durante un año para posteriormente ir a los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León, después volvería al club de sus amores y en el que lo identificamos todos hasta su retiro del futbol nacional, finalmente llegó por un corto periodo al proyecto de Jorge Vergara Chivas USA y desde entonces reside en Los Ángeles, California y se encuentra laborando en medios deportivos con Grupo Imagen.
Ramón Ramírez fue un excelente volante por izquierda tanto en los clubes donde se encontró en su carrera, como en selección nacional, en dónde siempre respondió con gallardía y respeto a la camiseta del TRI. Fue privilegiado de pertenecer a una de las generaciones más representativas del conjunto nacional ya que se jactaban de tener muchos “huevos” y siempre jugar con coraje y ante todo orgullo y amor por México. El zurdo de Nayarit siempre mostró gran profesionalismo en su carrera jugando a un gran nivel durante 19 casi 20 años de carrera activa como profesional.
El palmarés de Ramón Ramírez cuenta con 1 solo título de liga conseguido en el verano de 1997 con las chivas rayadas del Guadalajara de la mano de Coyote, el “Emperador” Claudio Suárez, el “Gusano” Nápoles, el “Tiburón” Sánchez y Misael Espinoza entre otros. En selección mexicana consiguió 4 títulos de los cuales son 3 Copas de Oro conseguidas en los años de 1993, 96 y 98, y su título más importante probablemente fue la Copa Confederaciones lograda en 1999 en un partido icónico en donde México doblegó a Brasil en la final con un marcador de 4 por 3 en el mítico Estadio Azteca.
Ramón fue descrito por César Luis Menotti como el prototipo de jugador mexicano, en los 90’s había cierta discusión en cuál era el estilo de un jugador mexicano, ya que parecía una mezcla de jugador sudamericano pero sin la calidad y protagonismo de las grandes figuras de los brasileños, chilenos o argentinos, sin embargo, Menotti explicaba que el jugador mexicano debía ser como Ramírez, ágil con mucho regate aprovechando su corta estatura y velocidad, altamente técnico e inteligente para aprovechar su disparo de media distancia y su desequilibrio y visión de campo, y lo más importante de todo con mucha actitud y cojones para tener la ambición y fortaleza de sobreponerse a los embates de la vida.
Ramón tuvo dos momentos cruciales en su carrera que lo habrán dejado marcado por siempre sin duda alguna, el primero se dio cuando aún era un jugador joven jugando para el equipo de torreón en donde la entrada asquerosa sin fundamento de Antonio Carrillo del América lo fracturó y puso en riesgo su profesión y carrera futbolística. El segundo momento se dio cuando militaba en las filas de Tigres cuando sostuvo un mortal accidente automovilístico a bordo de su camioneta en dónde lamentablemente tras el incidente la familia a la que le impactó no corrió con la misma suerte del futbolista y murieron en el impacto, el triste episodio pudo haber resultado en la privación de su libertad, logró la absolución del caso y pudo continuar con sus últimos años de futbolista en Estados Unidos, lamentablemente las lesiones lo continuaron asechando y en 2007 puso fin a su extraordinario pasó por el fútbol. Aunque muchos recordarán su inexplicable paso por el acérrimo rival América en donde el pasó se dio causado por problemas económicos del Club Deportivo Guadalajara en donde perdió todo el mundo; Chivas a su ídolo, América a un jugador que no quería estar ahí por lo tanto no aportaba su talento al 100% y las aficiones se mostraban enojadas y confundidas, cabe mencionar que Ramón no fue el único futbolista parte de estas extrañas transacciones, Joel Sánchez y Oswaldo Sánchez sufrieron del mismo mal.
El mediocampista mexicano será recordado como gran figura de Torreón pero como un inmenso ídolo del Guadalajara, aunque no se caracterizaba por ser un goleador siempre fue un jugador que generaba peligro, sus trazos largos y pases precisos generaron cuotas goleadoras a varios delanteros de nuestro fútbol, su temple y decisión lo volvieron un inamovible de la selección durante toda su carrera y definitivamente su humildad y carisma lo volverán inmortal en nuestras memorias, Ramón Ramírez el mejor medio creativo del fútbol mexicano.
Mauricio Domínguez Desfassiaux